Los procesos sociales, económicos, culturales y políticos provocan una serie de cambios en nuestros hábitos y costumbres, que ligado a lo anterior, generan enfermedades que tienen que ver con el consumo de alimentos. Considerando lo anterior, la obesidad es un claro ejemplo. La acumulación excesiva de grasa desencadena una serie de enfermedades crónicas, tales como, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las alteraciones pulmonares, con un alto porcentaje de desarrollar cáncer.
Así que la magnitud del problema es realmente alarmante, y la población infantil es propensa a ello por el incremento en casos de niños obesos.
Causa de la obesidad
La obesidad en la infancia es imputable a factores genéticos y ambientales, pero además de ellos, también a los malos hábitos alimenticios. Aquellas personas obesas consideran su estado como normal e inconscientemente reproduce esta normalidad, tratando de elegir amigos o compañeros gorditos, o peor aún, padecer ciertos trastornos como, la ansiedad, la depresión o la frustración, que los aproxima al aislamiento, encontrando una compensación en el alimento.
También los factores socioeconómicos influyen especialmente a las mujeres, porque al pertenecer a un nivel alto, tienen mucho más tiempo y recursos para ver por su físico y darse el lujo de tomar actividades o dietas exclusivas, y así adaptarse a ese núcleo. Caso contrario con aquellas mujeres de un estatus bajo que carecen de ello.
Otra de las causas de la obesidad podrían ser los factores psicológicos, y esto tiene que ver con la imagen negativa del cuerpo que, al verse poco agraciada, conduce a una inseguridad buscando salidas a través de estados de ánimo drásticos, que provocan en ciertos casos un placer por la excesiva ingesta de alimentos, convirtiéndose en un círculo vicioso imposible de detener por uno mismo.
Tratamiento
Este trastorno es más común de lo que piensas, pero debes tener presente que la obesidad aparte, de reducir la vida de quien lo padece, es mortal. La tasa de obesidad va en aumento, la solución no es hacer oídos sordos.
Hagamos consciencia y llevemos una vida sana. Realizar actividad física de forma constante, tener una alimentación balanceada con horarios establecidos, incluyendo la ingesta de agua diaria, es la recomendación ideal.
Es cierto que a muchas personas les resulta más fácil unirse a programas de apoyo para sentirse motivados. Si eso te funciona, no desistas, que la mejor forma de tratar esa terrible enfermedad es previniéndola.
Fuente: http://sportadictos.com/2015/09/frenar-la-obesidad